Uno de los colaboradores contratados da paso a un grupo de niños
El programa elaborado por el Concello de Pontevedra para que los escolares del centro de la ciudad puedan acudir solos a clase comenzó a funcionar ayer en el colegio Álvarez Limeses. Fueron muchos los pequeños que se acercaron a pie hasta el centro educativo, pero la mayoría lo hicieron acompañados de sus padres, interesados en la iniciativa pero también curiosos por comprobar como funcionaba el dispositivo diseñado por la Policía Local. Siete colaboradores, contratados por una empresa adjudicataria del servicio, les esperaban en los cruces más conflictivos.
El programa "Camiño escolar" echó a andar ayer en el colegio Álvarez Limeses de Pontevedra; una iniciativa que persigue que los niños puedan acudir solos al centro, ubicado en el corazón de la ciudad, utilizando para ello itinerarios seguros. Tras recibir formación por parte de la Policía Local, siete colaboradores –personal contratado por una empresa con la que se ha suscrito un convenio– se ubicaron en otros tantos cruces cercanos al colegio y que se consideran como los más conflictivos para los escolares.
Ayer, en el primer día de la iniciativa, se pudo constatar que fueron muchos los niños que acudieron caminando al colegio, aunque en su mayoría lo hicieron acompañados de sus padres, interesados por la iniciativa pero todavía más en comprobar que el dispositivo funcionaba correctamente. Fuentes de la Policía Local de Pontevedra indicaron que sí se detectó un descenso en el número de vehículos que se acercan a diario al colegio con el objetivo de dejar a los niños en la puerta del colegio.
También acudieron a las inmediaciones del Álvarez Limeses el alcalde de Pontevedra, Miguel Anxo Fernández Lores, el concejal de Protección Ciudadana, Demetrio Gómez, y el intendente principal de la Policía Local, Daniel Macenlle. El regidor explicó que el operativo "funcionó perfectamente" y adelantó que en breve se podría trasladar la iniciativa a otros centros educativos: "Tenemos muchos colegios en el casco urbano y la ciudad permite que los niños puedan acudir solos a clase con seguridad".
Lores recordó que el programa tiene dos ventajas fundamentales: "La primera reducir el número de vehículos que entran en la ciudad en hora punta para dejar a los niños" y la segunda que los pequeños "aprenden a tener más autonomía" y se fomenta la relación y socialización entre ellos.
Ampliar la iniciativa
El alcalde de Pontevedra explicó que la iniciativa tendrá que ser evaluada con el paso de los días y, de tener éxito, se consultará a las asociaciones de padres y al profesorado del resto de colegios que puedan estar interesados en contar con sus propios caminos escolares seguros.
En caso de surgir algún problema, los niños se pueden dirigir a cualquiera de los siete colaboradores ubicados en los cruces más conflictivos o a los establecimientos comerciales que han decidido sumarse a esta iniciativa.
Los siete monitores, identificados con un mono fluorescente, han recibido formación teórica por parte de la Policía Local de Pontevedra. Ayer, varios agentes, en su mayoría pertenecientes a la unidad de Seguridad Vial, coordinaban el dispositivo en su primer día de actuación.