Fernández Moure, director del CEIP Álvarez Limeses
Vicente Fernández Moure, director del CEIP Álvarez Limeses de Pontevedra, no ve "razones claras" en las diferencias que marcan mejores resultados en lengua que en matemáticas. Además, apuesta por mejorar la metodología de las pruebas en el futuro, porque las últimas considera que "no fueron adecuadas a los alumnos".
Los alumnos de cuarto de Primaria y segundo de la ESO van, según el estudio de Educación, mucho mejor en lengua que en matemáticas ¿A qué se debe?
Los análisis que hicimos concluyeron que las pruebas en general no eran adecuadas para los alumnos. Eran muy largas y se hicieron a lo largo de toda la mañana. Los alumnos no están acostumbrados a tantas pruebas en un día.
Pero, ¿la diferencia a qué puede deberse?
En nuestro colegio estuvimos muy por encima de la media gallega en lengua y también por encima en matemáticas. Pero, en concreto, las pruebas de matemáticas para nuestros dos grupos de cuarto de Primaria eran muy distintas. Unas eran más difíciles que las otras. E, insisto, a última hora los niños, a veces, perdían la concentración. En todo caso, no se vio una razón clara para ese distinto comportamiento entre materias.
¿No parece excesivo que los niños de Educación Primaria tengan que dedicar hasta dos horas a los deberes y en segundo de la Enseñanza Secundaria liquiden con solo media hora?
Sí, exactamente. Hoy en día, a diferencia de hace años, los deberes en primaria sólo están contemplados como una actividad destinada a terminar en casa las tareas que no se acaban en el aula. Es contradictorio.
El estudio liga el mayor nivel económico y cultural con mejores resultados.
La igualdad es una utopía. Lógicamente, las familias con más recursos parece que se preocupan más por la educación.
¿Qué soluciones pueden plantearse a los problemas que detecta el estudio?
Las soluciones mágicas no existen. Son asuntos que vienen de muy atrás y su solución no pasa necesariamente por más leyes.
¿La administración debe mejorar las pruebas?
Este año ya se van a mejorar. Las pruebas se harán, por ejemplo, a final de curso y no a principio, como la última vez.